domingo, 14 de junio de 2015

Microhistorias molinesas (IV).  La casa de Manuel Herranz de Hombrados.

Conocer es amar, y a medida que uno se adentra más en el pasado del Señorío de Molina, más se va fascinando por el potente legado cultural que posee. Hoy nos acercamos a otras formas de protección simbólica contra agentes visibles e invisibles que quedaron plasmadas en elementos de la arquitectura vernácula.

No recuerdo bien cuándo "descubrí" el elemento arquitectónico que propongo en esta entrada, pero su conocimiento se lo debo a mis padres que en las tardes de domingo, en cuanto llegaba el buen tiempo, nos llevaban a mi hermana y a mí a visitar los pueblos de la comarca. Sabían instintiva e intuitivamente que solo a través del conocimiento se puede llegar al aprecio de lo propio.

Tronera en forma de cruz en la casa de Manuel Herranz de Hombrados
Fte. imagen: elaboración propia.

En esta ocasión nos acercamos Hombrados, pueblo de la sesma del Pedregal donde nos encontramos con una interesante muestra de epigrafía destinada, según las mentalidades del pasado, a ahuyentar al mal en sus múltiples manifestaciones que, como hemos visto en entradas anteriores, podían ser los agentes atmosféricos, las epidemias, o acaso partidas de bandoleros o militares de bandos enemigos, fuesen cuales fueran las contiendas del momento.

Hombrados, un lugar donde aprender.

Hombrados siempre me ha parecido un  pueblo muy interesante, por las muestras de arquitectura que ha conservado pero también por su historia. Siempre me ha llamado la atención su soberbio pairón de la Virgen del Pilar (1746) a la entrada del pueblo por la carretera, si bien en la antigüedad, parece que en este pairón confluían varios caminos que conducían desde Hombrados a El Pobo, Anquela del Pedregal y Morenilla. También resulta todavía imponente, en la plaza, la casa grande de los Chantos-Ollauri, los detalles de buena cantería de la casa lugar y el no tan antiguo, pero sí rotundo, juego de pelota.


Escudo en la casa grande de los Gonzlez Chantos Ollauri.
Fte. imagen: elaboración propia.

Por supuesto, su iglesia conserva elementos no solo de interés artístico, sino también de un enorme interés antropológico: en ella he podido ver todavía un banco de la justicia con las armas reales de Castilla y León pintadas, donde se sentaban los miembros del ayuntamiento. Elementos muebles que, en ocasiones, poseen un valor histórico innegable pues que hablan de una larguísima tradición institucional, incluso anterior a la implantación de ayuntamientos constitucionales en el Señorío en el siglo XIX, dado que en 1767 los pueblos mayores de 10 vecinos pasan a gobernarse por ayuntamientos, dejando en un lugar secundario el gobierno a través de concejos que había existido en las aldeas molinesas desde la Edad Media.

Respaldo del banco de la justicia.
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción de Hombrados.
Fte. imagen: elaboración propia.

Y un antiquísimo ataúd que servía para todos los difuntos del pueblo, algo común en todas partes, pero de los que quedan escasísimos ejemplos: cuando la comitiva fúnebre llegaba a la fosa, el ataúd se abría y se depositaba el cuerpo en la sepultura. Estos ataúdes podían servir también como túmulos o tumbos que, una vez revestidos con telas negras sobre las que no solían faltar las muertes, o sea, la calavera y las dos tibias (bordadas o incluso reales), se colocaban ante los altares en celebraciones de cabo de año y otras memorias de difuntos.

También se conserva en esta iglesia un conjunto de campanas interesantísimo, por su antigüedad y por su calidad. Campanas que no me he resistido a mencionar en las dos entradas anteriores. Una campana gótica del siglo XVI y otra más moderna, datada en en la segunda mitad del siglo XIX la cual, al parecer, fue mandada fundir por encargo del Dr. Diego A. González Chantos, decano del cabildo de la catedral de Sigüenza y, por alguna razón, refundida en 1867 por los campaneros-fundidores Argos, Colmalubieta y Quintana. Es la campana de la obtuvimos imagen de la lagartija o salamandra de la entrada anterior.  En mi opinión es una de las campanas más interesantes y de mejor sonido de cuantas conozco en el Señorío.

La casa.
Sin embargo, para mí, uno de los atractivos mayores que existen en el pueblo es una casa, creo que bien conocida a través de numerosas publicaciones que se han llevado a cabo en los últimos años y que en su fachada de poniente presenta un larguísimo texto epigráfico de finales del siglo XVIII que, al menos para mí, fue un enigma durante muchos años. Se localiza a las afueras del pueblo, en la calle de las Hondonadas, en lo que durante siglos debió de ser el camino del despoblado de Alcalá y una de salidas (entradas) desde Molina.

La casa no destaca por sus dimensiones, acaso tenga dos plantas y cámara en su interior. En la fachada de saliente conserva un patio delantero con algunas dependencias para animales domésticos y, en ella, solo se muestran diversos vanos de ventana con recercado de piedra y un pequeño vano romboidal con decoración de volutas, practicado en una pieza de sillería. Los vanos se disponen siguiendo el clásico eje de simetría que se encuentra en toda la comarca: tres vanos en la cámara, tres vanos en la primera planta. y dos vanos a ambos lados de la puerta ubicada en el centro.

Casa de Manuel Herranz. Parte de saliente.
Fte. imagen: elaboración propia.

En su parte posterior, la orientada a poniente, la casa adquiere un aspecto fuerte, de modo que apenas se encuentran tres pequeños vanos: los dos que se encuentran formando parte de la composición del texto (un pequeño arquillo y la tronera en forma de cruz) y un pequeño hueco de las dimensiones y características del ventanico romboidal que se encuentra en la parte delantera de la casa.




Casa de Manuel Herranz. Parte de poniente.
Fte. imagen: elaboración propia.

El texto.
Lo que parece claro es que la casa se encontraba posicionada durante siglos de tal modo que era lo primero que se encontraban los caminantes bien o mal intencionados al entrar al pueblo. Asimismo, se localiza orientada hacia el lugar de donde provendrían las tormentas habitualmente. El texto es el siguiente:

Texto epigráfico en su facha de poniente.
Fte. imagen: elaboración propia.

O(H), qVE MV- + (cruz) Cho lo DÉ A-
llÁ, Y qVE POCO lo DÉ ACÁ.
tENEr MI-(ventanuco de arcor) SERICOR-
DIA SEÑOR (ventanuco) DEStOS YJOS MO-
R(ADOR)ES DE HON- (ventanuco) BRADOS. PErO
CÓMO qVIERES PECADOR, SALBARTE SI PONES GVE(R)-
RA, SI SABES qE JESVCRISTO, tIENE DE PAZ LA BANDERA,
LOS qE BAIS POR EL CAMINO, NINGVNO POr BALEROSO, FÍE
DE SV PODEr, qVE EStA VIDA ES VN SOPLO,
Y (H)A DE PENAR DESPU(É)S. NO DIgÁYS MAl DE LOS
CRIStIANOS, TEMER Al YNFIERNO DON-
DE SE CAStIGAN A LOS MA- + (cruz) LOS. YO PErDONO A MIS ENE-
MIGOS, A tODOS PIDO PErDÓN, tIMITE DEVN, MISErICOr-
DIA
SEÑOR.
CrEO EN JE-
SVCRISTO, ES-
PErO ME (H)A DE LI-
BrAr, POR MEDIO
DE LA VI(R)GEN, DEL
DrAGÓN INFE(R)NAL.
(Ventana en forma de cruz de calvario): DI-OS SO-BRE tO-DO
AVE MA-
RIA SIN/PECADO
CON-
CE-
VIDA.
LO (H)A ESCrITO MANVEL HER(R)ANZ MArtINEZ.
AÑO DE I79I.



Ciertamente, transcrito así, respetando los usos gramaticales y las grafías de la época (mayúsculas y minúsculas que se mezclan), el texto es un verdadero galimatías. Sin embargo. si éste se presenta de otro modo, se convierte en una interesante plegaria a Dios, y una llamada de atención al caminante que entraba en Hombrados por uno de los principales caminos del lugar:


+
¡Oh!, que mucho lo dé allá
 y que poco lo dé acá.
Tened misoricordia Señor
de estos hijos moradores de Hombrados.

Pero cómo quieres pecador
salvarte si pones guerra
si sabes que Jesucristo
tiene de paz la bandera.

Los que vais por el camino,
ninguno por valeroso
fíe de su poder,
que esta vida es un soplo
y ha de penar después.

No digáis mal de los cristianos,
temed al infierno 
donde se castiga a los malos.
Yo perdono a mis enemigos,
a todos pido perdón,
Timite Deum [temed a Dios],
misericordia, Señor.
Espero me ha de librar,
por medio de la Virgen,
del dragón infernal.

+
Dios sobre todo.

Ave María,
sin pecado concebida.

Lo ha escrito Manuel Herranz Martínez.
Año de 1791.

Aunque no me gustan demasiado las adaptaciones, en las que los textos antiguos pierden su sabor añejo (y desde luego información), pienso que en este caso es importante, para que este elemento de la cultura popular sea valorado actualmente.

Otro aspecto de interés es el vano en forma de cruz en torno al cual gira la expresión Dios sobre todo, y sobre el cual, incluso, se encuentra grabada a su vez una cruz rompiendo la palabra "malos". Un verdadero blindaje contra el "dragón infernal" al que alude el texto.

También es interesante la composición a base de 20 sillares de piedra arenisca blanca que, pese a ser una obra de carácter popular, sin duda fueron objeto de un diseño preconcebido y, desde luego, montados, presentados, en el suelo antes de colocarlos sobre la pared, a fin de que el texto fuera perfectamente legible en la época.

Desconozco más circunstancias de esta casa pretéritas o actuales, tampoco quién fue el tal Manuel Herranz, del que seguramente en un futuro alguien reconstruirá, en la medida de lo posible, su semblanza prosopográfica, su trayectoria vital y social, a través de fuentes como los registros parroquiales e incluso, de conservarse, los libros de concejo.

Por el momento nos quedamos con la belleza del desconocimiento, de lo solamente insinuado, con la fortuna de haber podido conocer esta casa sin retoques durante siglos, y la esperanza de que, si algún día vuelve a habitarse, su rehabilitación conserve toda la dignidad que ha mantenido desde su construcción.






2 comentarios:

  1. Muy buen artículo Diego, me ha encantado siempre esa casa.

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  2. Hola Rebeca, es un edificio interesantísimo desde muchos puntos de vista. Me alegra de que te haya gustado el artículo, muchísimas gracias.

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